Un hotel con mucho encanto. SIn lugar a dudas, un sitio donde relajarse y desconectar por completo. Tranquilidad al mĆ”ximo, muy buenas vistas, las habitaciones estĆ”n apartadas las unas de las otras en una especie de cubos donde se respira tranquilidad y comodidad al mĆ”ximo. EstĆ”s en mitad de la naturaleza, te levantas oyendo los pĆ”jaros, es una maravilla. La calidad de las habitaciones es excelente, el servicio inmejorable. Ricardo y GlĆ³ria, los gerentes del hotel son muy majos y se preocupan mucho para que todo estĆ© perfecto y te sientas como en casa. El restaurante ofrece un menĆŗ degustaciĆ³n de 39ā¬ que es excelente. Los vinos quizĆ” demasiado caros a nuestro parecer (estĆ”n doblados de precio la mayorĆa). Hay una selecciĆ³n de vinos de la zona. Por la noche puedes salir fuera y tomarte unos gintĆ³nics, copa de vino o lo que apetezca, en mitad de la naturaleza, viendo las estrellas. La verdad es que es un sitio con muchĆsimo encanto y estĆ” todo muy cuidado. Detalles en la habitaciĆ³n todos los dĆas, cosa que en muy pocos hoteles hacen y se agradece mucho. VOLVEREMOS SIN DUDA ALGUNA! Ha sido una de las mejores experiencias.