El ibis hotes es muy deficiente, en especial la atención de la recepcionista Génesis. Te exigen pagar tu estadía al ingresar. En mi caso, luego de cobrarme al ingresar, al día siguiente me cobran un adicional de $90.000, que según ellos se les olvidó. Al pedirles explicación no supieron aclararlo, y la mencionada recepcionista Génesis se comportó maleducada, grosera y machista. Las habitaciones son extremadamente pequeñas, el baño está mal diseñado (el WC está separado de la ducha y el lavamanos, la ducha da directo a la pieza, la puerta del WC no tiene cerradura, ventana ni extractor de olores), no dan pantuflas, acondicionador, shampoo, cremas, tampoco hay secador de pelo. El hotel además queda al lado de una discoteque y no hay silencio en las noches. A fin de cuentas, la estadía es muy cara; una noche para 3 personas cuesta más de $100.000 (no puedo decir el precio exacto porque nunca me explicaron en definitiva cuál era el precio final). Lo único bueno es el minimarket de la esquina. No lo recomiendo para nada.